Los 5 errores de marketing más comunes entre startups

Un buen producto o una buena idea no sirven de nada si sus potenciales usuarios no llegan a saber de su existencia o a entender de qué se trata. No cometer errores en el marketing es clave.

Para que una startup triunfe es imprescindible que la idea de negocio sea realmente buena y que el producto resultante responda a las necesidades de los consumidores (o, por lo menos, que mejore con creces a productos similares ya existentes). No obstante, que sea imprescindible no significa que sea lo único necesario. Da igual lo buenos que sean el producto y la idea, si hay fallos en cómo se comunica lo que hace la startup el fracaso está casi asegurado. Y no es extraño que algo así ocurra. Estos son los cinco errores de marketing más comunes entre startups:

1. No pedir feedback a los consumidores. Una de las razones principales de fracaso de las startups es que el producto o servicio en el que creen tan firmemente en realidad no es algo que el mercado pide. Es necesario, a ser posible antes de lanzar los productos, buscar la opinión de los consumidores: qué les parece la idea, qué cambiarían, que añadirían, etc. Ayudarán encantados y, cuando el producto salga a la venta, además de responder mejor a lo que piden los usuarios, tendrá ya también a unos cuantos clientes deseosos de comprarlo.

2. Tener una web poco atractiva. La página web de una startup tiene que estar diseñada con un objetivo en mente: la seducción y la venta. El espacio en la red de cualquier empresa es como un escaparate de lo que hace y debe convertir a cualquier visitante en un nuevo seguidor o fan del producto. No debe ser el potencial cliente el que tenga que buscar la información de forma activa, esta debería llegar a él en cuanto ponga un pie en la web.

3. No aparecer en Google. O, lo que es lo mismo, no aparecer en Google bien posicionado. ¿De qué sirve una web perfecta si no hay forma de llegar a ella? Siguiendo con el símil de la tienda, no sirve de mucho tener un escaparate perfecto y bien diseñado para la seducción y la venta, si la tienda está en un lugar inaccesible. SEO, redes sociales y dedicarle un poco de tiempo a saber cómo funciona Google y cómo hacer para aparecer ahí son clave.

4. No buscar nuevos clientes. No basta con un poco de SEO y con estar en las redes sociales, hay que ir hacia esos clientes potenciales de forma activa. Para ello, es necesario crear campañas bien segmentadas que vayan hacia esos usuarios que estás seguro de que si conocieran tu startup serían clientes. Y cuando esos usuarios ya hayan sido captados, seguir buscando a más.

5. No medir el éxito o poner objetivos. ¿Qué campañas o acciones funcionan mejor? ¿Cuáles no? Analizando los resultados de cada campaña se sabrá qué ha servido para algo y qué no, pudiendo así repetir lo que está funcionando y dejar de invertir en lo que no está haciendo que ganes clientes.