Las ferias tecnológicas sirven para muchas cosas: para conocer las novedades del sector, comparar distintas propuestas in situ, hacer negocios (las empresas) o simplemente ver por dónde irán las tendencias tecnológicas en los próximos meses. Pero no todo es serio: las ferias de este tipo sirven también para curiosear y descubrir gadgets que de tan extraños son casi mágicos. La feria de Electrónica de Consumo de Berlín, más conocida como IFA, se celebró estos días y no fue ninguna excepción.
Las rarezas llegaron de varias formas. Por un lado, están los que intentan innovar en un mundo como el del PC, en el que parece todo inventado. Acer fue un gran ejemplo y su Predator 21 fue uno de los ordenadores estrella. ¿Por qué? Por ser un “portátil” de 8 kilos, sí, pero bien argumentados: pantalla curva, teclado mecánico, dos tarjetas gráficas, cinco sistemas de ventilación, dos enchufes para conectarse a la corriente… Hará felices a muchos jugadores.
HP también ha intentado reinventar el ordenador con su HP Elite Slice, un PC modular. Pensado sobre todo para salas de reuniones y conferencias, los módulos añaden desde un sistema de altavoces y micrófonos de 360 grados, hasta el sistema de discos duros, en el que también hay lector de DVD y CD.
Pero no todo tiene que ver con el mundo de la informática, ya que al fin y al cabo estamos en una feria de electrónica de consumo. Vimos también electrodomésticos para hogares inteligentes (mucha lavadora y mucho frigorífico, pero también rarezas fantásticas como Windowmate, una Roomba para las ventanas), pequeños gadgets para nuestros compañeros de casa no humanos (desde Pawbo+, una cámara para ver a nuestras mascotas y hablar con ellas, hasta Parrow Pot, una maceta inteligente) y, cómo no, unos cuantos robots.
Y, en un mundo dominado por los dispositivos móviles, triunfaron también los accesorios destinados a mejorarlos: el Xperia Ear de Sony, un dispositivo auricular que se conecta con el smartphone y nos recita notificaciones o lo que le pidamos a través de comandos de voz; o el Hasselblad True Zoom, una especie de carcasa inteligente que convierte al teléfono en una cámara de fotos que poco tiene que enviar a una profesional.
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