En la próxima versión de Windows, Microsoft ofrecerá a las grandes compañías un camino fácil para bloquear el uso de tales dispositivos, al tiempo que dará facilidades a los usuarios para que los conecten en sus hogares.
Mucho se ha hablado de los riesgos que suponen los dispositivos portátiles conocidos con minidrives o memorias USB, reproductores de música del estilo del iPod, y otros pequeños dispositivos capaces de almacenar grandes cantidades de datos. Algunos temen que tales dispositivos puedan utilizarse para copiar datos sensibles de las empresas o para introducir códigos maliciosos en las redes corporativas.
Microsoft espera acercarse a un modelo común respect al al modo en que los dispositivo, tanto inalámbricos como los de cable, se conectarán a un PC en 2006, fecha en que se lanzará la próxima versión de Windows, cuyo nombre en clave es Longhorn. Por el lado de los usuarios esto significa que las impresoras inalámbricas, reproductores y otros dispositivos inalámbricos deberían ser capaces de conectarse a un PC tan fácilmente como lo hacen las memorias USB actuales. Por el lado de las compañías, habrá un mayor control sobre la utilización de los dispositivos portátiles en los PCs conectados a las redes corporativas.
La compañía de software ha mostrado esta tecnología, conocida como Plug and Play Extensions, en el Intel Developer Forum que se celebra esta semana en San Francisco.
Incluyendo herramientas que impidan a los trabajadores conectar dispositivos de almacenamiento portátil a las redes corporativas, Microsoft está ofreciendo a las grandes compañías otra opción además de la prohibición completa de utilizar tales dispositivos.
Uno de los problemas de las memorias USB es su tremenda ubicuidad. Las compañías han reaccionado lentamente a la posible amenaza que suponen los dispositivos de almacenamiento en general. De hecho, la firma de investigación de mercado Gartner ya ha advertido a las grandes compañías de este asunto y les ha recomendado que deshabiliten ciertas funciones Plug and play en Windows como precaución de seguridad. Los directores de tecnologías de la información tienen acceso a herramientas que les permitirían bloquear los puertos USB, pero tales herramientas son poco conocidas y poco utilizadas.
Microsoft ha tomado nota de esta problemática, pero los cambios no llegarán hasta Longhorn, cuya llegada no está prevista hasta 2006, y es probable que lleve más tiempo que el sistema operativo sea ampliamente adoptado por las compañías.
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