Los turistas y viandantes del centro de Londres no tendrán que preocuparse más de buscar el baño más cercano. Será suficiente con que envíen un mensaje de texto con la palabra “toilet” para que reciban una contestación en la que se les indicará la localización del urinario público más cercano.
El sistema, que cubre cuarenta baños públicos (Westminster cubre Oxford Street, West End, Big Ben y el Parlamento), averigua la posición del que llama midiendo la fuerza de la señal telefónica que recibe. El coste del mensaje de texto es de cincuenta céntimos y la mayoría de los urinarios de Westminster son gratis.
El ayuntamiento espera así evitar que la gente orine en la calle, ya que según sus informes cada año se vierten a la vía pública unos 45.000 litros de orín.
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