El Tribunal Superior de Londres dicta que Uber es legal
El tribunal argumenta que la app de Uber y los taxímetros de los taxis londinenses difieren significativamente. El fallo supone un importante respaldo para Uber.
El Tribunal Superior de Londres dictaminó hoy viernes que la aplicación de Uber no es un medidor de tarifas y por lo tanto no incumple la ley británica. El fallo supone una victoria significativa para el servicio de carsharing frente a los taxistas ingleses, que veían en Uber una competencia desleal.
Durante mucho tiempo, Uber ha sostenido que su app-GPS no es la mismo que el taxímetro que los taxis usan para determinar el coste de un viaje basándose en la distancia recorrida y el tiempo de espera. Sólo los vehículos con licencia de taxi están autorizados a utilizar estos instrumentos para calcular las tarifas en la capital británica.
Los taxistas de Londres, al igual que los de otras muchas ciudades de todo el mundo, se pusieron en pie de guerra cuando la compañía californiana comenzó sus operaciones en la capital. Transport for London, el organismo regulador del transporte londinense, llevó el caso al tribunal en 2014 para aclarar la situación. En principio, TfL opinaba que la aplicación de Uber no era un taxímetro, pero la presión de los taxistas de la capital le impulsó a dejar la decisión en manos de la Justicia, informa CNET.
“Un taxímetro (…) no es un dispositivo que recibe señales de GPS en el curso de un viaje y reenvía los datos a un servidor situado fuera del vehículo, que calcula una tarifa y envía la información de tarifas de nuevo al dispositivo”, sostiene el tribunal para argumentar que un taxímetro y la aplicación de Uber difieren significativamente.
El tribunal explica que los teléfonos inteligentes utilizados por los conductores de Uber pueden calcular el precio del trayecto, pero en realidad no calculan las tarifas por sí mismos. Son los conductores, no sus coches, los que técnicamente están “equipados” con los smartphones.
Uber ha conseguido más de 1 millón de usuarios registrados en Londres desde su desembarco en la ciudad a mediados de 2012. La decisión del tribunal parece cerrar los desafíos legales de la empresa en Reino Unido, pero los taxistas ya están cuestionando el fallo y es muy posible que el conflicto no esté aun concluido.