Logitech Pure-Fi Dream, altavoces de diseño para tu iPod / iPhone
Lo primero que destaca de los Logitech Pure-Fi Dream es su diseño: curvas elegantes y un color negro clásico para los dispositivos de alta fidelidad que siempre queda bien en cualquier rincon. Eso sí, si quieres colocarlo como posible despertador tendrás que hacer sitio en tu mesilla: no es un producto pequeño, y mide 30 centímetros de largo por 14 de ancho y otros 14 de alto aproximadamente.
Estos altavoces proporcionan una excelente calidad de sonido, y lo hacen gracias a unos altavoces que constan en cada canal de un tweeter de 3/4 de pulgada y de un woofer de 3 pulgadas. La sonoridad es excelente, pero no es el único detalle de los Pure-Fi Dream.
Para empezar, disponen en la parte superior de un sensor de movimiento que hace que los controles se iluminen gracias a la retroiluminación incorporada en unos llamativos tonos naranja. En la parte baja encontramos la cuna y conector para los iPods e iPhones, y para garantizarnos su compatibilidad con prácticamente cualquier generación de estos dispositivos contamos con una serie de pequeñas plaquetas de plástico que se adaptan a la forma de nuestro dispositivo y que se acoplan de forma sencilla a esa cuna “universal”.
Además de poder escuchar el iPhone o iPod podremos establecer dos alarmas y también escuchar la radio AM / FM en cualquier momento, pero además en Logitech proporcionan una entrada auxiliar por si queremos conectar otro dispositivo por esa entrada en formato minijack.
Los controles también son destacables: en la parte superior encontramos algunos accesos a las alarmas, presintonías o modos de reproducción, pero sobre todo destacan las dos ruedas que controlan tanto el volumen como las opciones del menú de configuración, que luego aceptaremos con el botón central encerrado en esas ruedas que claramente están inspiradas en las ruedas táctiles de los primeros iPods.
Como detalles negativos están su display, algo tosco en comparación con el resto del dispositivo, y sobre todo su precio: 249,99 euros, algo elevado para la mayoría de los presupuestos actuales (sobre todo con estos tiempos de crisis) y que es excesivo, creemos, para las prestaciones ofrecidas.