Este pequeño dispositivo, que se lleva en la cabeza, ya sea con una gorra o un casco, contiene un IMU de 6 grados, capaz de saber cómo de fuerte ha sido el golpe que el atleta ha recibido en la cabeza. Linx AIS es a prueba de agua, su batería tiene una autonomía de 14 horas y utiliza Bluetooth Smart para poder conectarse con smartphones. De hecho la aplicación permite conectarse con 128 dispositivos simultáneamente, por lo que es de gran utilidad para deportes de equipo. A través de la aplicación los datos pueden trasmitirse a la nube, por lo que pueden consultarse en el momento por cualquiera que tenga acceso.
El sistema evalúa varios datos sobre el impacto, dando además una valoración rápida del mismo según la gravedad, y también guarda las estadísticas de golpes recibidos a lo largo del tiempo, por lo que tiene mucha utilidad para saber las posibles consecuencias a largo plazo que puede llegar a producir.
Se pondrá a la venta a finales de este trimestre por 200 dólares, pero no hay datos de si se venderá más allá de las fronteras estadounidenses.
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