Su creación será un robot con forma de marsupial australiano que estará gobernado por Linux, con el que esperan ganar el premio de 30 millones de dólares que ofrece el concurso Google Lunar X-Prize.
Para ello es necesario que su cohete aterrice en la luna y sea capaz de recorrer 500 metros y enviar imágenes en alta definición a la Tierra.
Uno de los implicados en el proyecto, el físico Luke Weston, ha revelado que están diseñando e implementando controles electrónicos para el cohete que estarán basados en software y hardware libre, entre los que destacará un potente ordenador central con Linux.
Weston también ha confirmado que su equipo está colaborando con el Instituto Australiano de Investigación Espacial (ASRI), para poder implantar soluciones tecnológicas de código abierto en otros proyectos espaciales.
Conviene recordar que ya en los 60, Australia desarrolló un programa espacial que le llevó a ser el tercer país que lograba lanzar un satélite desde su propio territorio.
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