Al libro digital le cuesta despegar
Laura Chaparro / Especial desde Barcelona
Ningún sector escapa de la crisis. Tampoco el editorial. Según datos de la Federación de Gremios de Editores de España, el año pasado se facturaron 3.110 millones de euros, lo que representa una caída del 2,4% respecto al año anterior. En este contexto, la facturación del todavía incipiente libro digital superó los 51 millones de euros, un tímido 1,64% del total del sector.
“En España, son las editoriales las que están frenando este mercado”, se lamenta Lourdes Gutierrez, directora ejecutiva de la compañía de desarrollo de software 3000 informática. “Tienen miedo al libro electrónico”, asegura aunque ella no duda de que, en nuestro país, este formato acabará despegando “como ocurre en Estados Unidos”.
Y estos temores se notan por los pasillos de Liber, la feria Internacional del Libro que concluye hoy en la Fira de Barcelona. A pesar de que participan cerca de 700 editoriales y empresas de un total de 14 países, la presencia de stands con contenido digital es reducida. Los profesionales observan con curiosidad los escasos libros electrónicos que se encuentran y sólo algunos se detienen a preguntar más.
“Hay de todo. Hay gente que se asusta al escuchar el tema del libro electrónico porque tienen miedo. Se trata, sobre todo, de editores más antiguos. También hay gente que lo tiene muy claro y personas a las que le está costando entrar”, afirma Juan Triviño, director general de Ediciones Noufront y produccioneditorial.com. Con su empresa ha sabido ver la oportunidad que se representa este cambio y transforman cualquier libro impreso en formato digital.
En digitalizar una novela tardan cinco días, a pesar de que tengan que escanear cada página, tratarla con un procesador de textos y revisarla. “Ahora estamos haciendo proyectos para transformar biblias y hablamos de un mes mínimo de trabajo, porque son libros de unas 1800 páginas, con muchos pies de página y muchas referencias lo que supone un trabajo más lento”, señala.
Las bibliotecas, conectadas
Conscientes del desafío que supone el libro digital para el sector y viendo las oportunidades de negocio que representa, los organizadores de Liber han diseñado una serie de actividades donde debatir sus puntos más relevantes. Jornadas y talleres sobre contenidos y soportes digitales, el papel de las redes sociales o el fomento de la lectura en las bibliotecas.
“Nosotros desarrollamos un sistema que permite la lectura del libro electrónico a través de las bibliotecas en las que está disponible este servicio”, indica Lourdes Gutiérrez. La biblioteca de presta el libro siete días y al cabo de ese tiempo, según la directora ejecutiva, desaparece. “Lo van a implantar en la red de bibliotecas de la Generalitat de Cataluña” asegura, algo que ya es común en Estados Unidos.
El temido “pirateo”
Uno de los grandes temores que se respiran en el sector es el miedo a las obras “pirateadas”. “Contra el pirateo no se puede luchar y eso lo conoce todo el mundo. Y más en España porque no existe un marco legal adecuado”, asegura tajante Gutiérrez. “Aquí los grandes perjudicados son los distribuidores, los libreros, porque perderán su negocio”, añade.
Si echamos un vistazo a los datos facilitados por la Federación de Gremios de Editores de España, la industria editorial española da empleo directo e indirecto a más de 30.000 personas, una elevada cifra que justifica los temores que se respiran en el sector.
Desde Luarna Ediciones, una de las compañías de referencia en el sector del libro digital en nuestro país, no quieren oír hablar de este tema. “La palabra “pirata” la borramos de nuestro diccionario”, afirma José Díaz, director comercial. A su juicio, sólo vendiendo libros a precios baratos a través de internet, se puede hacer frente a este problema. “Nuestro sello ofrece libros gratuitos, a 0,50 euros y como máximo, a 12 euros”, añade. “Actuamos así por lo que ha pasado con el mercado de la música, que no han bajado precios y mira cómo están”, señala Díaz. En cuanto a precios de dispositivos o lectores digitales, oscilan entre los 100 y los 300 euros.
Poca competencia, de momento
Por el momento, sólo un puñado de empresas compiten en este sector. Dos españolas y alguna multinacional, que “todavía no han visto que el mercado esté maduro en nuestro país para entrar masivamente”, asegura Díaz.
En este sentido, siete grandes compañías editoriales han creado la plataforma Libranda, “un intercomunicador entre tiendas que venden libros y editoriales que fabrican esos libros”, indica. Su objetivo es vender títulos electrónicos “no lectores o dispositivos”. Está formada por siete potentes Grupos Editoriales: Grupo Planeta, Grupo Random House Mondadori, Grupo Santillana, Roca Editorial, Grup62, Grupo SM y Grupo Wolters Kluwer. Tanto en el stand del Grupo Planeta, como en el del Grupo SM de Liber, rehusaron facilitarnos información al respecto, y nos remitieron a la web.
Un archivo digital para múltiples canales
Los títulos digitales, normalmente de formato epub, pueden ser reproducidos en varios soportes como lectores, tabletas, o incluso teléfonos móviles. La ventaja de algunos lectores “es que usan tinta electrónica, sin retroalimentación, que no daña a la vista”, indica Díaz. Todos los lectores que comercializa su compañía, son de este tipo. Confiesa que toda su familia ya lee libros en formato digital porque “es más cómodo”.
Llama la atención el uso que se puede hacer de este formato en los colegios. “Muchas editoriales nos están pidiendo que preparemos el libro para pizarra electrónica”, afirma Triviño. De esta forma, el profesor utiliza la pizarra con el fichero digital mientras los niños lo siguen con su libro impreso en la mano.
*Más información sobre Liber en la entrevista con su directora, Silvia Mas