LHC resucita: la máquina de Dios vuelve a funcionar

“París bien vale una misa” y la información clave sobre la formación del universo, la posible existencia del bosón de Higgs (la partícula de Dios), la recreación del universo poco después del Big Bang, la identificación de nuevas partículas elementales y en general datos clave sobre la naturaleza del Cosmos, bien merecen un nuevo intento.

Nueva puesta en marcha para un proyecto en el que trabajan 2.100 físicos de 80 países, en el que se ha invertido una cantidad de dinero bestial y que de momento ha ido de desgracia en desgracia hasta que una conexión eléctrica defectuosa entre imanes provocó la fuga de una tonelada de helio líquido y el parón total del LHC.

Un golpe psicológico para los científicos de un proyecto ensombrecido por las averías, por el acceso de crackers al sistema, o por la polémica levantada por determinados científicos alarmando sobre la posibilidad que este experimento gigantesco activara desastres como la creación de un agujero negro o la transición a un estado de vacío cuántico que acabara con nuestro mundo.

“Pelillos a la mar”, el LHC está de nuevo en marcha y junto (o frente) al “Tevatron” estadounidense, en un par de meses podrá realizar el lanzamiento de un haz de mil millones de protones cada mil millonésima de segundo que deben revelar datos clave de la existencia y naturaleza del Cosmos.

vINQulos
CERN