Hasta ahora ya no nos asustaban los precios elevados en los televisores que venían cargados de tecnología hasta arriba, así como los tamaños enormes, las elevadas resoluciones o el empleo de paneles que van más allá de lo que ofrece el LCD, como es el caso de la tecnología OLED de cristal orgánico. Hacía falta algo que sumase un factor adicional que rompiese con los moldes de lo que ya conocemos y no se limitase a ser más grande, con más píxeles, más caro… y en LG y Samsung lo han encontrado: más curvas.
Sony y Panasonic no tardarán en sacar al mercado sus propios modelos pero al menos los dos fabricantes surcoreanos se van a poder prender la medalla de ser los primeros en vender estos televisores curvos, y por cierto, a unos precios no precisamente baratos: 15.000 dólares.
Hablamos de televisores con pantallas de 55 pulgadas de diagonal que además de lo expuesto añaden interesantes novedades como el caso de la tecnología de color WRGB de LG que a los tradicionales colores rojo, verde y azul con los que se genera toda la gama cromática se ha añadido el color blanco mediante un píxel adicional que aporta mucha mayor luminosidad y brillo a la imagen.
Todo esto en un grosor mínimo de 4,8 milímetros para un peso de sólo 17 kilos, suficiente además para albergar los habituales añadidos de la nueva generación de televisores inteligentes: SmartTV, manejo por gestos y voz…
En un par de semanas estos televisores comenzarán a vender se en Europa, momento en el que sabremos si el precio se convierte a euros o se mantiene la cantidad cambiando simplemente el signo del dólar por el del euro.
vINQulo
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