Lenovo ha tenido un difícil segundo trimestre, en el que ha despedido a 3.200 empleados y ha perdido 300 millones de dólares en teléfonos inteligentes no vendidos, lo que ha llevado a la compañía a los números rojos por primeva vez en 6 años.
La empresa afronta su reestructuración más importante debido a la caída del mercado de PC, donde Lenovo posee el 21% de cuota mundial, aunque su dominio se ha ido se reduciendo en los últimos 10 trimestres.
Por su parte, las ventas de teléfonos inteligentes han crecido un 11% interanual y un 16% trimestral hasta llegar a 18,8 millones de unidades, pero en este trimestre el negocio ha arrastrado una pérdida 217 millones de dólares, sobre unos ingresos de 1.400 millones de dólares.
No obstante, el fabricante chino ha informado de una pérdida neta mejor de lo esperado (714 millones de dólares) y unos ingresos de 12.200 millones de dólares. Los ingresos de la compañía han aumentado un 16% interanual y un 15% respecto al trimestre anterior, pero se han visto lastrados por unos costes de reestructuración de 923 millones de dólares.
Lenovo cree podrá convertir su negocio móvil en rentable dentro de los próximos 6 meses gracias a la reestructuración junto a una nueva línea de teléfonos inteligentes, tabletas y productos de TV inteligente.
El gigante asiático estima que los cambios le permitirán ahorrar cerca de 650 millones de dólares en costes durante la segunda mitad del año.
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