Gabriel Adonaylo, IP Product Manager de Comsat International, explicó que “nuestra experiencia no necesitó de grandes inversiones, sino más bien de un costo de tiempo de recursos horas/hombre para entender el funcionamiento”.
Como resultado Adonaylo resaltó que “en el caso argentino ya está disponible, en Brasil en cambio, seguimos trabajando”.
Al hacer un balance crítico de la región, Adonaylo especificó que existe “demanda de pocos clientes sólo a efectos de uso experimental ya que no tienen una política estratégica para emigrar porque no existe una urgencia, cuando en la realidad sí la hay, más que nada cuando los ISP (Proveedores de Servicios) empiecen a perder clientes por no poder otorgar direcciones IP”.
Por su parte, desde la página web de IPv6 Task Force, Mariela Rocha, Chair para América Latina y el Caribe, asegura que “distintos organismos de gobierno y entidades públicas o redes de universidades, a la hora de lanzar licitaciones para la compra de equipamientos o servicios, exigen en ellos el soporte del nuevo protocolo, preparándose de esa manera para una transición que consideran inevitable.”
El Gobierno de Brasil tiene una política de implementación junto con Chile. Caso contrario en Argentina, ya que el gobierno nacional influye poco en el sector empresarial, aunque se comienza a implementar incipientemente pedir en las licitaciones públicas argentinas que la tecnología incluya IPv6, un poco siguiendo el ejemplo estadounidense, que ordenó el despliegue para todas sus agencias federales para el 2008.
“Cuesta trabajo la implementación en Latinoamérica porque no es una urgencia, y en última instancias no está en manos del técnico la política de implementación empresarial de este protocolo, pero también es un problema cultural, ya que en nuestra región cuesta trabajar para el futuro”, finalizó Óscar Messano.