Desde el anuncio decenas de compañías grandes y pequeñas se han unido a la iniciativa. La protesta oficial se centraliza desde la coalición SaveNetRadio, que permite a los usuarios que lo deseen, firmar y enviar una petición al congreso americano.
Llama la atención el “silencio” que una de las más grandes, Last.fm, ha mostrado hasta la fecha, incluso ante preguntas en sus foros, requiriendo sus usuarios una clarificación de la postura de la compañía.
Aunque sorprenda que la firma no participe en el evento porque tendrá que sufrir el nuevo impuesto al igual que las demás, medios especializados indican que la CBS – los nuevos propietarios de last.fm – pueden estar interesados en aprovechar las nuevas tasas para eliminar a la competencia, que no podrá hacer frente a tales gastos.
La todopoderosa Columbia tiene las espaldas bien cubiertas y una red de anunciantes que le permiten continuar en la industria de la música online a pesar del aumento de costes que el impuesto conlleva. A pesar de ello nadie entendería que se quedara al margen de la protesta, ni siquiera sus propios usuarios que no compartirían tal decisión. µ
vINQulos
TechCrunch
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