Las memorias PRAM están siendo desarrolladas por Intel y otras empresas y entre sus principales ventajas se encuentra la de ser una memoria no volátil. Eso significa que no necesita ser alimentada para mantener la información almacenada, así que podríamos apagar el PC y, al contrario que las memorias convencionales, esos datos seguirían en memoria.
Estas memorias se componen de cristales que son alterados mediante el calor que generan las corrientes eléctricas. Ese calor modifica la estructura cristalina y confiere distintas resistencias eléctricas que representan los unos y ceros de los datos binarios almacenados.
En TechWorld comentan que esta memoria podría suponer una alternativa válida en teléfonos móviles y otros dispositivos de este tipo, pero también tiene su cabida en los PCs.
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