Los tradicionales monopolios se oponen al plan de la CE
La Unión Europea ha hecho público un nuevo marco regulador del mercado de las telecomunicaciones con el que pretende mejorar la competencia en este mercado. Desde la UE se busca que los clientes puedan disponer de mejores servicios y unos precios más reducidos.
Estas propuestas, que deberán ser aceptadas por el Consejo de la UE y el Parlamento Europeo para que puedan entrar en vigor en 2008, no han sentado muy bien a los antiguos monopolios del continente.
Compañías como Telefónica, France Télécom o Deutsche Telekom ya han mostrado su oposición a estas medidas, las cuales les obligarían a hacer una separación funcional entre sus redes y sus servicios para garantizar un acceso equitativo a sus competidores a estas redes.
La Unión Europea de Radiodifusión (UER), formada por 75 organizaciones públicas de radiodifusión de 56 países de todo el mundo, tampoco está a favor de estas propuestas. Según Reuters, la organización ha argumentado al respecto que es mejor guardar el espectro en diversas áreas que subastarlo todo y dárselo al mejor postor.
Con esta reforma, los móviles podrían interferir en la señal de televisión y el espectro de la radio sería un servicio neutral con las frecuencias abiertas a quien pague por ellas.
Por otro lado, las compañías que han ido surgiendo durante los últimos años gracias a la liberación del mercado, se han manifestado a favor de estas ideas.
Los dos bandos intentarán imponer sus puntos de vista con una campaña de presión durante los meses que restan hasta que llegue el momento de tener que dar el visto bueno a estas medidas.
Por su parte, la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT)), se ha mostrado escéptica antes tales medidas que califica como “drásticas” y pidió “reflexionar sobre el impacto que tendría una acción reguladora tan profunda sobre los incentivos de los operadores tradicionales a invertir en nuevas tecnologías”.