Las compras del futuro
Internet ha revolucionado el escenario de las compras y las ventas. Ha acortado distancias haciendo posible visitar las tiendas del otro lado del mundo, conocer la oferta de distintos lugares del planeta y salir de compras cualquier día del año a cualquier hora del día. Ha abierto un sinfín de posibilidades para los que ofrecen y para los que demandan. Las empresas se han adaptado a Internet para aprovechar su capacidad estratégica y los consumidores han dado la bienvenida a una nueva forma de comprar que, en muchos casos, ha cambiado su estilo de vida.
Durante la última década, el mundo empresarial ha comprobado que el ecommerce no sólo resulta beneficioso para las grandes compañías multinacionales, sino también para las pequeñas y medianas empresas que ven Internet como un canal mediante el que pueden llegar a un mayor número de clientes de una manera rápida y eficaz. Internet, además, ha abierto las puertas del comercio internacional a muchas pymes para las que, de otro modo, hubiera sido casi imposible penetrar en ciertos mercados.
Las cifras hablan por sí solas. Las transacciones online en España han pasado de generar un volumen de negocio de 1.800 millones de euros en 2005 a superar en 2008 los 5.000 millones de euros. Internet ya no es sólo una oportunidad, sino que se ha convertido en una verdadera necesidad.
En la “era de la falta de tiempo”, el ecommerce nos ha venido como agua de mayo. Asumimos varios papeles, trabajamos, queremos dedicar tiempo a nuestras familias, nos gusta hacer un hueco a los amigos y poder disfrutar de nuestros hobbies. La compra online se adapta perfectamente a este ritmo de vida frenético, ayudándonos a ahorrar tiempo.
Los consumidores de hoy se han convertido en verdaderos expertos del mercado de las oportunidades. En Internet buscan lo que quieren, visitan varios sitios, se informan, comparan y, una vez convencidos, compran. No importan las distancias, da igual que la tienda donde han encontrado lo que buscan esté a 100 metros o a 10.000 kilómetros de su casa.
Y los vendedores de hoy han visto que la red les permite llegar a un mayor número de potenciales compradores de una forma menos costosa. Las empresas que quieren ser rentables han aprendido a aprovechar las oportunidades que les brinda Internet, un canal profesional con tanta o más proyección que los soportes tradicionales. Hacen ofertas más ágiles, baratas y seductoras, agudizan el ingenio y emprenden nuevas prácticas que les permiten potenciar las ventas.
Las campañas de email marketing son un buen ejemplo de ello, ya que impactan rápida y directamente en la intención de compra de un público determinado sin tener que invertir cantidades de dinero desorbitadas. El email marketing es una de las herramientas de marketing más eficaces por el elevado retorno de inversión que suelen tener sus acciones y por la facilidad con la que se miden sus resultados: tras lanzar la campaña podemos conocer con total exactitud cuánta gente ha leído el email, cuántos han accedido a la web y cuántos han comprado.
En definitiva, la paulatina pérdida del miedo a comprar por Internet, la falta de tiempo y un bolsillo cada vez más resentido en esta época de vacas flacas son los principales motivos que han llevado a los usuarios a confiar en el comercio electrónico y a considerarlo una forma más cómoda, rápida y económica de ir de compras.
Y si hoy en día nos puede parecer increíble que hasta las pizzas se pidan online, más sorpresas nos dará el futuro. Sin duda, el ecommerce seguirá evolucionando y explorando nuevos horizontes que generarán atractivas oportunidades para el mundo de los negocios.