El mercado tradicional de ordenadores no terminó 2022 con buen sabor de boca. Durante el cuarto trimestre se enviaron 67,2 millones de unidades, lo que supone una caída interanual del 28,1 %.
Así lo reflejan los datos de la consultora IDC, que compara este nivel de envíos con los del cuarto trimestre de 2018, cuando Intel experimentó problemas de suministro.
Ahora el equilibro entre oferta y demanda sigue siendo una preocupación, ya que tras el impulso registrado durante la pandemia, con ventas casi históricas, muchos usuarios cuentan con modelos de PC nuevos. Además, la economía mundial empeora.
En cualquier caso, los envíos para todo 2022 consiguieron mantenerse por encima de los registrados antes de la crisis del coronavirus. El total fue de 292,3 millones de unidades.
El 2023 comienza con cautela para los vendedores. Aunque IDC no descarta mejorías hacia finales del año, la recuperación general no se producirá hasta 2024.
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