Para algunos parecía un dispositivo llamado a convertirse en revolucionario, de hecho tras la aparición del iPhone (y si nos atenemos a la descripción del iPad como un smartphone más grande con el que no puedes hacer llamadas telefónicas) el Apple Watch era realmente el primer dispositivo completamente nuevo presentado por Apple desde 2007. Demasiados años quizá sin sorprender accediendo a un nuevo nicho de mercado y sin duda una llegada más que esperada y anunciada puesto que “el reloj de Apple” era un rumor incesante que, curiosamente, comenzó a sonar con fuerza poco después de que tras aparecer la sexta generación del iPod Nano en 2010 algún fabricante de accesorios tuviera la feliz idea de colocarlo en una correa a modo de reloj de muñeca.
De hecho hay quien piensa que la remodelación del iPod Nano en 2012 hacia un formato panorámico y la asunción del Shuffle del formato cuadrado pero sin pantalla obedecía a una estrategia por parte de Apple para quitarse de enmedio ese dispositivo y que no hiciera sombra a un futuro Apple Watch que realmente en cuanto al factor forma es bastante deudor de aquel Nano de hace 3 años.
Muchas esperanzas de que se convirtiera en un dispositivo capaz de potenciar la cuenta de resultados de Apple como hicieron en su día el iPod, el iPhone o el iPad se desvanecieron cuando comenzó a desvelarse que el precio del smartwatch de Apple no iba a ser precisamente bajo, en un momento en el que el mercado ofrece dispositivos con precios en el entorno de los 150 €. Casi como sucede con los smartphones y tablets de la manzana mordida, el precio del reloj inteligente de Apple duplica en algunos casos a los de la competencia en su versión básica, sin entrar en consideraciones sobre las estratosféricas cantidades necesarias para hacerse con los modelos realizados en materiales como el oro de 18 kilates.
La propia Apple defiende que su smartwatch es realmente un objeto de lujo como cualquier otro reloj de pulsera y de hecho como tal lo trata en sus tiendas, pero a pesar de todo no parece estar concitando el interés deseado entre la clientela, que desciende irremisiblemente.no parece estar concitando el interés deseado entre la clientela, que desciende irremisiblemente. Así lo atestigua el hecho de que el 13 de abril se estuvieran vendiendo 35.000 unidades mientras que el 2 de julio apenas se vendieron 5.000. Un descenso más que significativo.
vINQulo
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