Las organizaciones de TI pierden dos quintas partes de su tiempo de desarrollo en pagar deuda técnica
Además, un informe también desvela que la mitad de las peticiones de desarrollo de aplicaciones termina fracasando, no se pone en marcha o no logra cubrir necesidades.
Las empresas de la región EMEA generan más solicitudes de aplicaciones, ya sean nuevas creaciones de software o mejoras de funcionalidades, que las de Estados Unidos. De media, Europa está en las 230 solicitudes anuales frente a las 153 del país norteamericano.
Eso sí, la cifra va variando según el país. Alemania, por ejemplo, sube hasta las 306. Pero España baja hasta las 20.
Así lo revela el estudio El Trabajo del Futuro de Appian elaborado por IDG, que también descubre que en Europa las empresas solicitan más análisis de proyectos que en Estados Unidos. Otra cosa es si la ejecución de estos proyectos solicitados sale adelante o no.
La mitad de las peticiones de desarrollo de aplicaciones en los países que cubre el informe termina fracasando, no se pone en marcha o sí se lleva a cabo pero sin que consigan cubrir necesidades.
Por ejemplo en España, que destaca por ser el país con más peticiones de desarrollo de aplicaciones para I+D dentro de Europa, un 12 %, un 13 % y un 21 % de los proyectos solicitados, respectivamente, o no se llega a ejecutar, o queda inconcluso o no está a la altura de lo esperado.
¿Y qué departamentos son los que suelen liderar esas solicitudes en otros lugares? Si en España destaca el departamento de I+D con un 22 %, en EMEA despunta el de ventas con un 18 % y en Estados Unidos es el de marketing el que se lleva el 19 % de todas las peticiones de apps de nueva creación y funcionalidades.
Además del problema que se nota en la ejecución final de los proyectos, también se observa la acumulación de deuda técnica por parte de las empresas. El estudio tasa en un 50 % el tiempo dedicado por las organizaciones de TI en la programación de aplicaciones y mejoras. El caso es que, al mismo tiempo, estarían perdiendo otras dos quintas partes de su tiempo de desarrollo en pagar el sobrecoste por no elegir la solución correcta.
Una forma de combatir la deuda técnica sería apostar por las plataformas de desarrollo low-code para imprimir velocidad a la creación de aplicaciones.