Las ofertas de trabajo que demandan habilidades en IA han crecido un 21 % anual desde 2019

La falta de experiencia y de recursos internos obstaculiza el progreso de las empresas en inteligencia artificial.
A la hora de analizar los desafíos a los que se enfrenta el entorno empresarial, Bain & Company mira hacia la inteligencia artificial (IA) y afirma que “el principio rector es claro: invertir en las personas que darán forma al futuro”.
Y es que, pese a que las posibilidades asociadas a la IA comienzan a estar claras, las organizaciones se enfrentan a una escasez de talento notable, que está impidiendo el progreso de las implementaciones de inteligencia artificial.
Hasta un 44 % de los ejecutivos identifica como gran obstáculo la falta de experiencia y de recursos internos, por delante de otras cuestiones como la seguridad de los datos.
“Las empresas tradicionales, de sectores tradicionales, pueden superar las barreras comunicando su compromiso con la modernización tecnológica”, comenta Alberto Requena, socio de Bain & Company.
“Competir por talento frente a startups y gigantes tecnológicos requiere una evolución que se extiende a lo largo de varios años”, observa. “Esto podría implicar la elaboración de un plan de inversión audaz, la contratación de un director de tecnología destacado, y/o la incorporación de líderes de pensamiento tecnológico que reporten directamente al CEO”.
“Incluso las descripciones de los puestos de trabajo podrían transmitir esta señal”, dice Alberto Requena al analizar la situación.
“Es fundamental también fomentar una cultura de innovación continua en toda la empresa”, añade, “donde las mentes más brillantes deseen quedarse para enfrentar y resolver los próximos grandes desafíos”.
Bain & Company desvela que las ofertas de trabajo para posiciones que demandan habilidades en IA se han incrementado un 21 % anual a nivel mundial desde 2019. El sueldo de los profesionales de IA ha crecido desde ese año un 11 % anual.