Las mujeres no alcanzarán la paridad en las patentes hasta el 2092
Hoy, más del 81% de las patentes presentadas en EEUU no incluye a ninguna mujer. En los últimos 15 años ha habido una regresión.
Desde 1977, las mujeres han quintuplicado su representación entre los titulares de patentes, sin embargo todavía mantienen “una muy pequeña proporción de patentes”, según un nuevo informe del Instituto de Investigación de Políticas de la Mujer de EEUU.
Hace cuatro décadas, el 3% de todas las patentes registraba al menos una inventora. A partir de 2010, casi el 19%, pero en la actualidad más del 81% de las patentes no incluye a ninguna mujer e incluso entre las que sí lo hacen, menos del 8% sitúa a la mujer como el inventor principal.
A este ritmo, en función de cómo han cambiado las cosas en los últimos 15 años, no se espera que las mujeres puedan alcanzar la paridad en el campo de las patentes hasta el año 2092, de acuerdo con el informe.
No obstante, Lisa SeaCat DeLuca es la inventora más prolífica de la historia de IBM. Especializada en wearables y seguridad móvil, cuenta con más de 400 patentes y solicitudes de patentes a su nombre, tal y como informó la compañía en abril.
Los investigadores atribuyen la brecha de género en patentes a la escasez de las mujeres en la ciencia, la tecnología, la ingeniería, las matemáticas y, por extensión, al menor número de féminas que se graduan en estas áreas en comparación con los hombres. Pero esto es solo una parte de la explicación.
Por otro lado, la consecución de una patente se considera crucial para atraer a los inversores. A pesar de que más del 36% de los negocios en EEUU son propiedad de mujeres, una porción minúscula de los fondos de capital riesgo se dirige a estas entidades –alrededor del 3%-, tal y como refleja el Instituto de Políticas de la Mujer. Los hombres tienen cuatro veces más probabilidades que las mujeres de recibir financiación.
También, en esto puede tener algo que ver el hecho de la mayor dominación de los hombres en las redes profesionales. Tener contactos sólidos en la industria es un “fuerte predictor” para la participación en las patentes, pero las mujeres tienden a tener redes profesionales “más pequeñas y de menor nivel” que sus homólogos masculinos.