Las femtoceldas, y no la 4G, solucionarán la crisis de espectro móvil

La mejor manera de incrementar la capacidad de las redes móviles es establecer muchas pequeñas estaciones base, o femtoceldas.

La tecnología 4G mejorará la capacidad de la red sólo 1,2 veces. Al menos es lo que se desprende de un estudio realizado por Real Wireless a petición del regulador británico Ofcom. Por lo tanto se necesitarán redes mejor diseñadas, y no tanto nuevas generaciones de estándares de radio.

El estudio reconoce que los despliegues de 4G, cuyo máximo exponente es la LTE, sólo mejorarán la eficiencia del espectro un 20%, a pesar de ofrecer mayor velocidad a los usuarios. De forma que la mejor manera de incrementar la capacidad de las redes móviles es establecer muchas estaciones base, o femtoceldas, más que depender de la magia de nuevas tecnologías para hacer más con menos. Así lo expresa The Register, que se ha hecho eco del estudio, titulado 4G Capacity Gains.

La conclusión no sorprende a los expertos, que saben desde hace tiempo que las últimas versiones de 3G, incluida HSPA, son muy eficientes desde el punto de vista del espectro, y que realmente el límite de la 3G es una restricción física que determina cuántos datos pueden comprimirse en el canal de 5MHz definido por el estándar 3G.

La 4G-LTE es mejor en cuanto a la forma de adjudicar los canales de manera dinámica desde 1MHz a los 20MHz dependiendo de la aplicación que se esté utilizando. Esto es lo que permite que LTE ofrezca velocidades muy altas sin ser significativamente más rápido que 3G.

Parece que la mejor manera de llevar más datos en las redes móviles es que las transmisiones de los mismos se realicen a distancias más cortas de forma que las frecuencias se puedan reutilizar más rápidamente, y eso conlleva que las estaciones base estén más cerca unas de otras. La ecuación es proporcional: cuanto más cerca estén las estaciones base o femtoceldas, más fácil será reutilizar las frecuencias y mayor será la capacidad de la red; precisamente una de las ventajas de la LTE.

El estudio concluye que necesitaremos la 4G, no por su capacidad de llevar más datos que sus predecesores, sino porque permite desplegar una mayor densidad de estaciones base.