El estudio anual “Applications Landscape” llevado a cabo por Capgemini, pone de manifiesto que las empresas siguen utilizando software que se ha quedado obsoleto y no cumple con sus necesidades reales. En la actualidad se cuentan por millones las aplicaciones que no aportan valor al negocio.
En la encuesta, realizada a 100 tomadores de decisiones de TI en sus empresas, el 85% de estos profesionales aseguraban que sus aplicaciones necesitan ser racionalizadas, mientras que el 60% indicaban que disponían de más aplicaciones de las que son necesarias para mantener sus negocios.
La crisis financiera ha hecho mella en las empresas y el apartado de software ha sido uno de los más perjudicados ya que se ha actualizado mucho menos de lo que hubiera requerido.
Tan sólo el 13% de los encuestados admitían que los equipos de desarrollo y de mantenimiento de sus aplicaciones estaban alineados. De entre las posibles soluciones, la modernización de aplicaciones, que permite seguir utilizando los desarrollos creados sin necesidad de reescribir desde cero el código, o bien la virtualización, que según el estudio permite matar dos pájaros de un tiro. Por un lado, permite crear plataformas más eficientes a nivel de costes y, por otro, diseñar nuevas aplicaciones en base a las ya existentes capaces de aportar valor a los negocios.
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