Las empresas se enfrentan al desafío de la Gig Economy
Según un estudio, los directivos tienen sus dudas sobre este modelo de trabajo.
Es uno de los términos de moda en lo que a formas de contratación se refiere. Gig Economy, literalmente, “economía de bolos”, define un nuevo modelo de trabajo en el que los altos profesionales son contratados de forma esporádica, por proyectos. Se les llama para desempeñar una tarea concreta en una empresa, que generalmente se paga a un precio elevado, y cuando terminan esa labor, les lleve el tiempo que les lleve, acaba su relación con la compañía. Un modelo que funciona en base a demandas concretas, que apunta a una mayor especialización del trabajo y del reparto de tareas, y a un menor corporativismo, frente a los contratos tradicionales indefinidos a tiempo completo.
Un estudio realizado entre 400 participantes, de los cuales 200 eran directivos de grandes empresas de Estados Unidos y Reino Unido, analiza esta tendencia. El informe, recogido por eWeek, muestra que más de un tercio de los presupuestos de recursos humanos se destina a reclutar y mantener talentos. Un 25% de los proyectos se abandonan a causa de las limitaciones tecnológicas, y los que se finalizan lo hacen con un retraso medio de cinco meses. Frente a esto, las compañías líderes están acercándose al crowdsourcing como una forma de acceder al “talento a demanda”: un 70% de las encuestadas están implementando alguna medida en este sentido.
La gran mayoría de los altos cargos entrevistados, un 84%, creen que la economía cambiará al modelo de la Gig Economy hacia 2050, y el 90% está de acuerdo en que el mantenimiento del talento será uno de sus grandes desafíos. En estos momentos, más de la mitad del personal tecnológico ha trabajado de algún modo en este formato económico. Los directivos todavía no están convencidos, y aún lo ven como una amenaza. En un 80% de los casos, creen que la “economía de bolos” es una distracción para los trabajadores a tiempo completo.