Las empresas rechazan a Zynga
Las miradas vuelven a dirigirse a Zynga. Su salida a bolsa es ya inminente (en un principio iba a ser en Acción de Gracias); no obstante le llueven las críticas. Si en un principio se dio a conocer la decisión de obligar a los trabajadores a devolver acciones no adquiridas, ahora los rumores sobre un mal ambiente laboral vuelven a salpicar a Mark Pincus; justo cuando reflejar una buena imagen pública se torna vital.
Fuentes cercanas a la compañía hablan de un ambiente cargado de competitividad. La organización de la empresa facilita esta tensión: Zynga funciona como una federación de ciudades-estado, con equipos autónomos para cada juego. Esto, al parecer, genera una guerra sucia y cruel entre los empleados.
Los analistas ya han comenzado a alertar que esta cultura empresarial podría hacer mucho daño a Zynga. En una Silicon Valley plagada de startups, mantener el talento “en casa” puede ser una labor más importante que la de reportar cuantiosos beneficios. Y este es el punto débil de Zynga.
Según informa The New York Times, la compañía liderada por Pincus quiso adquirir las empresas de juegos móviles Rovio y PopCap. Pero los rumores sobre la competencia interna y el mal ambiente generaron desconfianza en ambas. En el caso de PopCap, fue adquirida por Electronic Arts. Rovio por su parte rechazó 2.250 millones de dólares en efectivo y acciones.
“Hemos aprendido que cuando las empresas tratan el talento como mercancía, las consecuencias son graves”, ha dicho un ejecutivo de EA a The New York Times.
Muchos son los analistas que auguran el éxodo masivo de empleados una vez que se efectúe la OPI. Las cada vez más numerosas startups dedicadas a los juegos móviles se frotan las manos. Una firma ya ha intentado encandilar y ha enviado cestas de galletas para 150 empleados de Zynga.
Según apunta el diario, el comité ejecutivo ya está dando pasos y tomando algunas medidas para reforzar estos aspectos. Se han contratado asesores y reforzado los programas de gestión de formación.