Las empresas promueven la IA para mejorar la eficiencia de los trabajadores (pero ellos discrepan)

La actual apuesta por la inteligencia artificial no se está traduciendo en un impacto real. Existe una brecha entre los objetivos de la clase directiva y el grado de preparación de los empleados.
La inteligencia artificial (IA) se abre paso por el mundo. Es uno de los fenómenos tecnológicos más comentados de los últimos tiempos e implica no sólo a los consumidores, sino también a las empresas.
Pero las intenciones de los ejecutivos no concuerdan con la visión que tienen los profesionales de menor escalafón sobre esta innovación en continuo crecimiento.
El “Informe sobre el estado de la adopción digital en 2025: Edición especial sobre IA”, de WalkMe, una compañía de SAP, desvela que existe una brecha entre los objetivos empresariales y el nivel de preparación de los trabajadores.
Esto se refleja, por ejemplo, al hablar de eficiencia. El primer beneficio que los ejecutivos creen que sus subordinados obtenderán con la IA es una eficiencia potenciada (50 %). Sin embargo, únicamente 1 de cada 4 empleados está utilizando esta tecnología para fortalecer su eficiencia.
La IA puede ayudar a las personas a completar tareas más rápido y a ser más eficaces, pero existen discrepancias entre lo que las organizaciones pretenden y el impacto real que se está produciendo.
Además de perseguir la eficiencia, los empleadores quieren impulsar la calidad del trabajo (48 %), detectar y explotar nuevas oportunidades (43 %), acelerar la llegada de productos y servicios al mercado (41 %) y evitar inversiones en otras tecnologías (29 %).
A la hora de establecer prioridades para la adopción de la IA generativa, casi la mitad de ellos (49 %) prioriza el análisis del rendimiento.
También se centran en otros resultados estratégicos como tareas automatizadas (40 %) y asistencia de software contextual para mejorar el flujo de trabajo (38 %).
Los trabajadores, por su parte, se interesan por el ámbito práctico de la implementación. La mayoría (52 %) reclama orientación para un uso eficaz de las aplicaciones.
Además, el 47 % demanda soluciones de detección de riesgos y asistencia y el 44 % apunta a una correcta integración de las herramientas.
Teniendo en cuenta estos datos, WalkMe determina que el éxito futuro en la incorporación de la IA dentro de las empresas pasa por la formación y el apoyo al despliegue.
Compañías de todas partes del mundo están elevando su inversión en esta tecnología. El gasto en IA parece que aumentará un 64 % en las grandes corporaciones durante 2025, pasando de 14 a 23 millones de dólares.
Un 63 % de los empleados ya usa la IA generativa en su trabajo, pero solamente un 28 % considera haber recibido la formación necesaria y un 32 % confía en emplearla bien.