Las distintas actitudes frente a la seguridad online, según el sexo
¿Quiénes se protegen más: hombres o mujeres? No todos nos comportamos igual frente a las amenazas de Internet y la existencia de campañas de ciberdelincuencia, tal y como advierte Kaspersky Lab.
Aunque la seguridad debería ser un tema de concienciación general y todos las personas que usan Internet deben aprender una serie de prácticas recomendables para evitarse sorpresas desagradables a medida que navegan, con independencia de su edad, su origen o su sexo, parece que sí existen diferencias reales a la hora de analizar las medidas de seguridad que toman los hombres y las que aplican las las mujeres.
Según un estudio de Kaspersky Lab y B2B International, la población femenina presta menos atención a la seguridad cibernética. Al menos en España.
Y no es una sensación ni una intuición , se trata de una afirmación basada en datos. No sólo por el hecho comprobado de que quienes más invierten en software de seguridad son ellos, sino porque el porcentaje de españoles que muestran desconocimiento sobre amenazas como el ransomware, los programas maliciosos para dispositivos móviles y los exploits es sensiblemente menor que el de españolas en la misma situación de desinformación. Por ejemplo, en cuestiones móviles se sitúa en 18% frente al 35%.
Pero es que, además, sólo 3 de cada 10 féminas se consideran posibles víctimas de los cibercacos, lo que podría ponerlas más en peligro por una cuestión de dejadez y falsa seguridad. En los hombres, el grado de concienciación sube al 42%. También cabe señalar que las internautas femeninas se topan y caen en más problemas financieros.
¿Y qué pasa en aquellas situaciones en las que se presta un equipo informático personal a otra persona? Que más de la cuarta parte de las mujeres no blinda sus datos. Otra vez se trata de una cifra más amplia que en el caso de los hombres.
La situación entre sexos se equilibra cuando se habla de la realización de backups y se muestra más favorable para mujeres que para hombres en algunos apartados. Así, el número de hombres que no tienen software antimalware instalado es más amplio. Esto podría explicar que reciban más malware. Y, por otra parte, ellos son más proclives a verse envueltos en ataques dirigidos.