Las descargas online no autorizadas crecen
Desde que las discográficas comenzaron a demandar a los usuarios de las redes de intercambio P2P, estos no sólo no han disminuido, sino que han aumentado.
Ni las campañas de denuncias judiciales de la industria musical ni las amenazas a sitios de publicación de contenidos como YouTube han frenado el aumento de los intercambios online de material protegido por derechos de propiedad intelectual.
Sólo en Estados Unidos se realizan más de 1.000 millones de intercambios de archivos no permitidos cada mes , según Eric Garland, de la consultora de Internet Big Champagne. Mientras, iTunes de Apple, que tiene el 70 por ciento del mercado de la música de pago en EEUU, ha vendido algo más de 2.000 millones de canciones desde 2003.
En el otro extremo, el CD va cuesta abajo: el soporte de plástico ha visto cómo sus ventas han caído un 23 por ciento entre 2000 y 2006, y no parece que la tendencia vaya a cambiar.
Desde que la industria de la música comenzó a demandar individualmente a los usuarios de las llamadas redes de intercambio P2P, el número de los mismos no sólo no ha disminuido, sino que ha aumentado ligeramente . Según datos del grupo de investigación de consumo NPD, sólo en EEUU el número de usuarios de P2P creció un 7 por ciento, mientras que el de descargas no permitidas lo hizo en un 42 por ciento . No obstante, parece que algo está cambiando. Lejos ya de acciones contra las compañías que desarrollaban herramientas, como Grokster o KaZaA, durante el pasado año las compañías discográficas comenzaron a acercarse a empresas de perfil alto como News Corp., MySpace o YouTube para cerrar acuerdos de distribución de contenidos.
Ahora, las discográficas quieren ser compañeras de empresas que antes solían llamar “piratas”, por la sencilla razón de que gigantes como YouTube cuentan con decenas de millones de jóvenes usuarios, precisamente el mercado más suculento para los discos . Lo cierto es que incluso si los sellos discográficos pudieran erradicar todos los intercambios no permitidos en la Red, no existe ninguna garantía de que la gente que intercambia archivos de forma gratuita pase automáticamente a comprar música.
“Naturalmente está habiendo un impedimento para que el mercado ‘legal’ crezca”, afirmó Larry Kenswil, alto ejecutivo de la división digital de Universal Music, quien agregó, por otro lado, que “el crecimiento del mercado de música legal en la Red ha sido espectacular”.