Las compañías tardan en reaccionar a las amenazas de seguridad móvil
Casi un tercio de los directores de TI han informado de una amenaza de seguridad después de que un dispositivo personal haya accedido a los datos de la compañía.
Casi nueve de cada diez ejecutivos y empleados están utilizando sus smartphones y tablets personales en la empresa y casi la mita lo están haciendo sin el permiso de sus compañías. Así lo asegura un nuevo estudio de Juniper donde también se recoge que menos de la mitad de los más de 4.000 usuarios de dispositivos móviles encuestados en Estados Unidos, Alemania, China y Japón toman precauciones básicas cuando utilizan aplicaciones móviles.
La situación no es nueva. Hace tiempo que se habla del Bring Your Own Device (BYOD) como una de las tendencias más peligrosas a las que se enfrentan las compañías. Por un lado se agradece que el empleado utilice sus propios dispositivos, por otro, es arriesgado que acceda con ellos a las aplicaciones y a la red empresarial. En el estudio, publicado esta semana, se expone la necesidad de que los ejecutivos se empiecen a tomar en serio la seguridad móvil para evitar dejar a los hackers una puerta abierta desde donde entrar en la red corporativa.
El 89% de los usuarios empresariales están utilizando sus dispositivos personales para acceder a “información crítica” de la empresa. Y más de un 40% de ese grupo lo hacen sin el permiso de su empresa. Esos son los datos, y el resultado es que casi un tercio de los directores de TI han informado de brechas de seguridad a consecuencia de que esos dispositivos personales acceden a los datos de la compañía, asegura Juniper. En China estas cifras se duplican.
Juniper asegura no sentirse sorprendido por las brechas de seguridad debido a la “falta de sentido común en el uso de aplicaciones móviles”. Menos de la mitad de los encuestados asegura haber leído los términos y condiciones antes de descargar una aplicación, establecer los ajustes de seguridad del dispositivo o estudiar la aplicación para ver si es legítima.
A esta falta de preocupación se une que las amenazas de seguridad están creciendo. En 2011 el número de malware para dispositivos móviles creció un 155%, y en el primer trimestre de este año hay que sumar otro 30%. El malware que más ha crecido este año es el spyware, capaz de robar información personal, financiera y laboral.