El ahorro asociado a la facturación electrónica
Si se compara con los tradicionales procesos en papel, la adopción de la facturación electrónica puede suponer a las compañías de toda Europa un ahorro de costes de entre el 60 y el 80%.
Y no habría que esperar mucho para comprobar los resultados, ya que, de acuerdo con un informe patrocinado por Ricoh y publicado por Billentis, el período de amortización desde su implementación es de entre seis y 18 meses.
Según este informe, casi una cuarta parte (24%) de todas las facturas será procesada de forma electrónica durante este año en Europa, es decir, alrededor de 6.000 millones de facturas serán enviadas sin papel.
También prevé un crecimiento anual del 22% en facturación electrónica en las compañías y la Administración Pública. Esta aceleración estará motivada principalmente por presiones financieras, ya que todos los mercados encuestados han nombrado la reducción de costes como factor clave en su adopción.
Para ejemplificarlo con cifras, la Comisión Europea ha explicado que en Dinamarca los contribuyentes se han ahorrado 150 millones de euros, mientras las compañías han reducido sus costes en 50 millones de euros cada año. La Comisión también ha señalado que, una vez implantada en toda la UE, la facturación electrónica en la Administración Pública podrían suponer 2.300 millones de euros anuales de ahorro.
Al margen de las grandes compañías y la Administración Pública, el informe de Billentis hace un llamamiento a las pymes para que adopten esta tecnología. Aunque sus directivos son conscientes de que les permitirían aumentar su competitividad y mantener sus costes reducidos, se muestran cautos a la hora de implementar por completo una solución que modifique su forma de trabajar.
Con 20 millones de pymes en toda Europa, lo que representa más del 99% del total de compañías, la facturación electrónica les brindaría una mayor visibilidad del flujo de caja, la mejora del proceso de aprobación de facturas y la reducción del tiempo de administración.