La propia Google lo ha confirmado mediante un post cuyo autor, empleado de dicha empresa, no citaremos por su nombre en justa correspondencia con su política de anonimato forzado de los autores.
Desde finales del pasado año Google comenzó a limitar la cantidad de fotografías por cada autor que ofrecía como resultado en sus búsquedas y de hecho la pasada semana desapareció el testimonio gráfico de la autoría de los contenidos. Como parte de la cancelación del proyecto Google Authorship ya no se mostrará junto al contenido que aparezca en las búsquedas la fotografía del avatar de su autor como hasta ahora.
En la redacción de contenidos para web la etiqueta “rel=autor” permite (permitía) informar a Google de quién había sido el creador de los mismos, pero tras este anuncia el buscador dejará de considerar dicha etiqueta y por tanto continuará apareciendo el contenido pero sin incluir referencia a quién lo ha creado.
Quienes nos dedicamos a redactar contenidos pasamos a quedar relegados al olvido perdiendo la visibilidad que otorga el hecho de que nuestro nombre como autores de los textos y fotografías no se mencione, dejando a un lado el hecho de que tampoco se mostrase la fotografía de nuestro perfil habitual en redes sociales, con lo que ello supone de impedimento para construir una reputación profesional.
Desde Google se afirma que “esta información adicional sobre la autoría no resultaba relevante para los navegantes e incluso les distraía” (¿?), razón por la que han decidido prescindir de añadirla a las búsquedas. Se añade que eliminar de las búsquedas estos datos no influye en la decisión de los internautas para acceder a las páginas y que no afecta a las visitas ni los clicks que tanto importan a los anunciantes. Lo primero que podría pensarse es que si algo no afecta ¿por qué eliminarlo? pero antes que eso sería discutible que realmente no influya puesto que si conocemos al autor de un contenido y nos interesa su punto de vista o sus anteriores publicaciones podremos elegir acceder al que haya creado él en lugar de a otro cuyo resultado aparezca al lado pero cuyo autor no nos sea familiar. Incluso al contrario, si precisamente un autor no nos resulta atractivo podremos seleccionar un contenido distinto realizado por otra persona.
Inexplicablemente se mantiene la postura de que prescindir de la divulgación de la autoría de los contenidos no afectará al impacto del ecosistema social virtual, algo totalmente contradictorio puesto que desde el momento en que el contenido aparezca como anónimo y no se atribuya a un miembro de Google+ su autoría se está recortando la relevancia de dicho perfil y por tanto mermando el prestigio profesional que pueda tener un fotógrafo o un redactor.
Desde Google se manifiestan dispuestos a seguir buscando la mejor experiencia para los usuarios aunque ello suponga un perjuicio para algunos de los que, modestamente, contribuimos generando contenidos a que los internautas tengan algo que leer esperando a cambio que al menos nuestro nombre como autores aparezca junto a lo que hemos escrito. Quizá ha llegado el momento de incluir el nombre del autor en el propio titular de la noticia a ver si así…
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