Las autoridades chinas aprueban la compra de Sharp por Foxconn
A pesar de que la adquisición de Sharp por parte de Foxconn era ya algo prácticamente cerrado, las irregularidades administrativas hacían peligrar la operación. Finalmente las autoridades la han aprobado y podrá seguir adelante.
Desde que se supo del interés de Foxconn por hacerse con la compañía japonesa Sharp, la operación no se ha librado de las críticas tanto en China como en Japón. Que una empresa de Taiwan se haga con una de las principales empresas tecnológicas de Japón era algo impensable hace unos años, pero la delicada situación financiera de Sharp, y la imposibilidad del fondo gubernamental INCJ de hacer frente a la oferta de Foxconn, ha terminado haciéndolo viable y que la junta de Sharp y el gobierno japonés dieran el visto bueno.
Aún así, las negociaciones han sido duras y ambas empresas se han criticado duramente respecto a los puntos del acuerdo y los resultados reales, hasta fijar el precio de 3.800 millones de dólares. Tras las dificultades culturales y de acuerdo económico surgió un último escollo, los reguladores chinos.
Desde China se criticó que la operación no hubiera seguido los trámites administrativos normales, y que no se les hubiera informado previamente al anuncio de la adquisición, avisando incluso de que si no cumplían con las normas no dudarían en echarla para atrás a pesar de todo el esfuerzo invertido.
Afortunadamente al final han dado el visto bueno, y los inversores no tendrán que seguir preocupados por la operación, que llevaba parada desde hace unos meses y hacía peligrar la cotización de Sharp ante la incertidumbre generada. Foxconn se hará con dos tercios de Sharp y asumirá sus deudas, con el fin de controlar su tecnología y fabricación de pantallas y fortalecer su posición como suministrador de Apple, ante el reto de su adopción de la tecnología OLED.