Google anunciaba recientemente cambios en el algoritmo, lo que iba a modificar los resultados de las búsquedas; el gigante de Mountain View iba a incluir contenidos de su red social. La decisión fue especialmente criticada por Twitter, que consideró el cambio “perjudicial para los consumidores”.
Lo cierto es que las autoridades podrían sospechar también de este cambio y han decidido extender la investigación abierta a la compañía, también a su red social. La petición ha venido del Centro de Información de Privacidad Electrónica, que ha instado a la Comisión a profundizar en el problema.
La indagación pretende determinar si la compañía está dando preferencia o no a sus propios servicios en los resultados de búsqueda y por tanto, si viola o no las leyes antimonopolio vigentes.
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