Las amenazas se multiplican
A pesar de las medidas que promueven el uso de las Nuevas Tecnologías, la seguridad sigue siendo un handicap lejos de ser resuelto.
Las últimas semanas hemos presenciado determinadas acciones resueltas a resolver las pobres cifras de conexión a la Red en nuestro país. Hablábamos en días pasados de precios, situación económica, killer applications y seguridad. Sobre este último punto hay todo un mundo que analizar y que desde luego excede los propósitos de este artículo.
Sin embargo, nos gustaría llamar la atención sobre un par de puntos que son significativos. En primer lugar hay que señalar la constante e inexorable aparición de virus. Al tiempo que crece el número de antivirus y productos destinados a combatir el spyware, el número de ataques y formas de infección prolifera enormemente. La oferta de infecciones es amplísima y sólo basta ver cualquiera de los registros de firmas antivirus para percibir la ingente cantidad de ellos que existe. Los propios mecanismos de combate parecen quedarse en poco ante tanta afección. A ello hay que añadir la sensación de inseguridad que se transmite por esta causa al usuario.
Por otro lado conviene destacar el profundo desgaste al que se ve sometido un ordenador por el mero hecho de estar conectado a Internet. El gasto en recursos de seguridad de una máquina a nivel doméstico es muy alto. El rendimiento de los ordenadores resulta muy afectado por los productos antivirus y es inevitable que tarde o temprano alguna nueva afección en una vulnerabilidad recién descubierta vayan afectando al ordenador. Cualquier persona con un ordenador conectado a Internet va a ver como su máquina se deteriora a mayor velocidad que una máquina sin conexión.
Es por ello que desde estas páginas hacemos un llamamiento a las autoridades competentes y empresas del sector para que el esfuerzo por la seguridad, en todas sus dimensiones, sea no un objetivo prioritario, sino el principal objetivo. Sin seguridad no habrá negocio y no habrá Red.