La robótica con tamaño microscópico

Lo mejor es que pueden “sentir” que se están acercando a un objeto, una superficie o una celda, y evitan el choque. Y hasta son conscientes de la fuerza que ejercen. Vamos, que si te ahogan, es porque quieren, así que más te vale aprender a tratarlas bien. La longitud de las pinzas es de tres milímetros y la punta tiene un ancho de diez micrómetros. — Rafa M. Claudín [NewScientist]