La partida que Google quería perder
Parece ser que Google tenía poco interés en lograr una de las frecuencias inalámbricas otorgadas por la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) el pasado mes.
Según informa The New York Times en su edición de hoy, el gigante de Internet se vio una semana antes de la concesión de licencias ante el riesgo de lograr una de ellas, ya que le hubiera supuesto un desembolso de 4.700 millones de dólares, la mayor inversión de Google en su breve historia. Y tal y como están las cosas en Mountain View no hubiera sido la mejor opción. Así, el objetivo de Google era el de garantizar la apertura de las ondas que se concediesen, asegurando que sus servicios de búsquedas o e-mail estuviesen disponibles en los teléfonos operando bajo esas frecuencias. “Nuestro principal objetivo era garantizar unas condiciones de apertura”, afirman desde Google. Todo con la vista puesta a la próxima salida de su sistema operativo Android para teléfonos móviles.
El presidente de la FCC, Kevin J. Martin, ha manifestado por su parte al diario neoyorquino que “lo importante era no sólo el éxito de la subasta desde un punto de vista monetario, sino la capacidad de tener una plataforma de acceso abierto que transformara la industria inalámbrica”.
“Si Google hubiera obtenido la licencia, sólo hubiera tenido riesgo de bajar para ellos”, afirma Gregory Rosston, antiguo miembro de la FCC. “Ahora, tan solo tiene que gastar un millón de dólares al año en abogados para asegurar que Verizon cumple con los requisitos de apertura”, finaliza.