La NASA se prepara para “7 minutos de terror en Marte”

A pesar del éxito de las últimas misiones con los vehículos Spirit y Opportunity, los responsables de la NASA no las tienen todas consigo pensando en desastres como el de la sonda Mars Polar Lander y Mars Climate Orbiter, en especial durante los siete minutos que denominan de terror.

Siete minutos que son los que la nave necesita para frenar desde los 20.000 kilómetros por hora en la entrada en la atmósfera marciana, hasta 8 km/h cuando sus tres patas toquen el suelo. Durante ese tiempo los ordenadores tendrán que trabajar a un ritmo endiablado para desplegar los paracaídas, retirar el escudo térmico, extender las patas, desplegar los paneles solares y finalmente encender sus propulsores para conseguir un suave aterrizaje, o amartizaje (un palabro correcto según la RAE) en la superficie marciana.

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Según Ed Weiler, responsable de la misión, “poner una nave en Marte en condiciones de seguridad es difícil y arriesgado” y advierte que, el 55% de todos los intentos internacionales de llegar a Marte han sido un fracaso”.

Otro de los aspectos que preocupan es el aterrizaje con las patas de la sonda, algo que no se ha realizado desde las misiones “viking” en los años 70. “Hemos cubierto casi toda la zona de aterrizaje con imágenes de la cámara HiRISE”, dijo Ray Arvidson líder del grupo de trabajo que estudia el sitio de aterrizaje. “Esta es una de las zonas menos rocosas de todo Marte y estamos seguros de que las rocas no impactaran negativamente la capacidad de Phoenix de tocar tierra con seguridad”.

El uso de las patas y no de ruedas como en el Spirit se debe al objetivo de la misma. A Phoenix le toca el papel de “excavador químico”. Para ello lleva un brazo robótico el cual excavará una zanja lo más profunda posible para estudiar por primera vez “el agua de Marte” en sus laboratorios avanzados.

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El objetivo de la misión es evaluar si las condiciones en el lugar han sido favorables para la vida microbiana. Peter Smith, investigador principal de Phoenix en la Universidad de Arizona, indicó que “la misión Phoenix no sólo estudia la región de permafrost (hielo bajo tierra) del norte, sino también será el siguiente paso en la exploración de Marte para determinar si esta helada región, que puede abarcar tanto como el 25 por ciento de la superficie de Marte, es habitable”.

Otra cuestión importante será conocer si las muestras obtenidas contienen químicos basados en el carbono, que son potenciales elementos básicos para los bloques y la alimentación de la vida misma.

vINQulos
CNN
Sondas espaciales – especial llegada a marte de Phoenix