La batalla de los sistemas operativos se traslada a nuevos mercados
Linux se está desmarcando como el sistema operativo favorito de las naciones en vías de desarrollo. En muchos países africanos como Sudáfrica, Nigeria, Namibia y Ghana ya es el sistema operativo estándar que se ha instaurado en instituciones públicas y colegios.
Al fín y al cabo Linux es un sistema de código abierto modificable por cualquiera. Algunas compañías de software venden sus propias versiones a precios económicos y dan soporte técnico, lo cual resulta muy atractivo para los gobiernos de estas zonas.
En países desarrollados como Estados Unidos, Microsoft no percibe a Linux como una amenaza, ya que Windows es el sistema hegemónico e incluso muchos ordenadores tienen instalados varios sistemas. Sin embargo hay zonas donde los recursos son limitados y no pueden afrontar los gastos de las licencias del software de la compañía de Ballmer.
Según estimaciones de Microsoft en los casi 50 países del África subsahariana alrededor de 750 millones de personas acceden a unos 10 millones de ordenadores. En la mayoría de éstos menos del 1 por ciento de la población tiene acceso a Internet. Aunque es un número escaso sigue siendo un mercado atractivo que previsiblemente crecerá.
Aunque la compañía de Ballmer describe sus esfuerzos en el continente africano como una solución para la brecha digital y un puente de unión informático entre países ricos y pobres, muchos critican a la empresa porque les acusan de buscar exclusivamente fines comerciales, ofreciendo sus paquetes muy alejados de precios baratos a los gobiernos.
Según el diario Wall Street Journal, Microsoft habría firmado contratos de software potencialmente caros con 11 gobiernos en el África subsahariana, una region que tiene muy limitados sus recursos para invertir en ordenadores y en accesibilidad a Internet.
Equipos low-cost
La búsqueda por nuevos mercados del gigante del software incluye su presencia en las escuelas. Recientemente, como informaba Silicon News, Microsoft firmaba un acuerdo para incluir un software especial con XP y Office en unos ordenadores ultra-baratos instalados en los colegios portugueses.
Ballmer lo definía como “un gran ejemplo para mostrar como los sectores públicos y privados pueden trabajar juntos para crear nuevas oportunidades”.
También en Sudamérica
Por otro lado, África no es el único continente donde Linux está ganando mercado. En Sudamérica este sistema operativo es cada vez más el preferido por muchos países, que lo contemplan como una palanca para impulsar el desarrollo de la sociedad de la información, frente a software informático propietario como Windows.
Los triunfos de partidos de izquierdas y su carencia de licencias, según el diario Público, sería también la principal razón de esta preferencia. Así paises como Venezuela, Paraguay, Brasil, Uruguay o Cuba se declaran pro-Linux.