Aunque no es una novedad, si parece ser, que este año va estar
caracterizado por la convergencia de muchos protagonistas en el terreno
de las comunicaciones inalámbricas. Podemos leer hoy noticias sobre
Intel, Nokia y Microsoft, o de la misma Unión Europea que adoptan
medidas tendentes a potenciar y exprimir las conexiones inalámbricas.
Recordemos que la tecnología sin cables lleva estando en el punto de mira
desde hace mucho tiempo. La existencia de un parque de móviles bien
desarrollado, la implantación de la versión sexta del protocolo de
Internet y el advenimiento de las tecnologías de conexión a Internet por
banda ancha inalámbrica son un plato muy apetecible para todas las
compañías.
No tardaremos en ver cómo la práctica
totalidad de la industria del software y del hardware comienza a lanzar
nuevos productos o versiones de los antiguos que contienen propiedades
inalámbricas. Debemos prepararnos para un año sin cables.
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Su cometido pasa por consolidar y ampliar el ecosistema industrial en España y Portugal.