En el año 2010 el fabricante de chips móviles británico Icera interpuso una demanda contra Qualcomm a la que acusó de prácticas que violaban el derecho a la competencia de la Unión Europea.
Según la demanda, Qualcomm empleó incentivos relacionados con sus patentes y la aplicación de precios exclusivos en sus chipsets, con el objetivo de que los consumidores no eligieran a su rival Icera.
Ahora, cuatro años después, y con Icera ya formando parte de Nvidia desde 2011, se ha desvelado que las autoridades comunitarias podrían reactivar el caso después del verano, indican en Reuters.
Si la investigación determina que Qualcomm es culpable de prácticas que violaron el derecho a la competencia en la Unión Europea, la multa a pagar podría alcanzar hasta el 10 por ciento de sus ingresos globales.
Lo cierto es que no es el primer caso de Qualcomm en la Unión Europea, aunque en aquella ocasión, en 2009, Ericsson y Texas Instruments llegaron a un acuerdo con la empresa de San Diego y decidieron retirar sus reclamaciones.
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