La UE aprueba reducir en hasta un 70 por ciento los servicios de roaming
Los operadores españoles se encuentran entre los más perjudicados ante la nueva normativa por la gran cantidad de turistas extranjeros que se reciben.
La Comisión Europea ha aprobado el reglamento para recortar hasta en un 70 por ciento las tarifas de móviles de un país a otro de los Veinticinco, servicio conocido como itinerancia o “roaming”. Bruselas considera los precios excesivos y dará a los operadores una última oportunidad para que los bajen.
Se prevé que la normativa entre en vigor en el segundo semestre de 2007. “Nuestro análisis muestra que los altos coste de llamadas móviles en itinerancia afectan hoy en día al menos a 147 millones de ciudadanos de la Unión Europea”, declaró el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso. “No tenemos otra alternativa más que intervenir para proteger los intereses de los consumidores”, añadió.
El reglamento fija un tope para las tarifas mayoristas, las que paga un operador por usar la red de otra compañía en el extranjero. Este tope no podrá superar, para las llamadas locales que se hagan en el extranjero -por ejemplo, un turista belga que viaja a España y llama a un taxi en Madrid-, el doble de la tarifa media de terminación móvil en la UE. Para las llamadas internacionales -el mismo turista belga llama desde Madrid a su familia en Bruselas- la tarifa máxima de “roaming” será el triple de esta media.
También habrá un tope para las tarifas minoristas, las que se cobran a los clientes, con el objetivo de garantizar que las bajadas de precios mayoristas repercutan sobre los consumidores. Este precio final sólo podrá ser un 30 por ciento más alto, como máximo, que el coste mayorista.
No obstante, este tope entrará en vigor “automáticamente” seis meses después que el resto del reglamento, es decir, en enero de 2008 en lugar de en verano de 2007, si se cumplen las previsiones de la comisión.
Con todo, la normativa ha sido celebrada por las organizaciones de consumidores, pero ha sido criticada por los operadores, que alegan que los usuarios domésticos afrontarán subidas en los precios. Además, los operadores españoles podrían ser los más perjudicados por esta norma porque son los que más se benefician del “roaming” por el gran número de turistas extranjeros .