La telefonía IP recuperará terreno frente a la móvil
El consejero de la CNMT, José Pascual, subraya la necesidad de capital a la que se enfrenta la telefonía móvil para pasar a la tecnología de tercera generación.
La telefonía móvil ha sustituido un 25 por ciento de la fija y algunos jóvenes de 12 y 15 años todavía no la han utilizado nunca. Pese a estos datos, la nueva telefonía IP, que se basa en tecnología a través de Internet, recuperará parte del terreno perdido.
Así lo ha asegurado el consejero de la Comisión Nacional del Mercado de las Telecomunicaciones, José Pascual, quien intervino en las IV Jornadas sobre Telecomunicaciones de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC).
Además, José Pascual ha subrayado que las segundas residencias ya no tienen líneas fijas y que el correo electrónico está sustituyendo a los faxes. “La telefonía surgió hace más de un siglo y desde 1900 hasta ahora, el negocio siempre ha sido el mismo, han mejorado las tecnologías pero era más de lo mismo; ahora con Internet, la telefonía IP y el mundo globalizado, por primera vez el negocio cambia”, asegura Pascual.
Tanto es así que hasta el momento el coste dependía del tiempo de uso de la línea y de la distancia, pero la telefonía IP, que es más económica, previsiblemente tendrá tarifa plana.
La telefonía IP se basa en la tecnología Internet y a la vez tendrá características móviles, “con lo que, tras el terreno que ha perdido la telefonía fija por la móvil, ahora se produce una especie de contraataque de la fija, que usará IP para darle movilidad a las comunicaciones”, explica el consejero.
Se trata de un teléfono inalámbrico que utiliza tecnología Wi-Fi cuando el usuario está en un hotel o aeropuerto, ya que el 70 por ciento de las comunicaciones se establecen desde oficinas y recintos de este tipo, y usa la móvil cuando está en la calle.
En cualquiera de los casos utiliza el mismo terminal, así que nuevamente se empezará a usar más la telefonía fija que la móvil, pues por menos dinero que el móvil el usuario podrá llevarse al trabajo su teléfono de casa y si viaja podrá acceder a sus llamadas al igual que accede a su correo electrónico. Esta situación afectará a todo el sector, incluso a los fabricantes, que tendrán que dejar de trabajar con la conmutación de circuitos tradicionales para fabricar equipos IP.
La telefonía móvil a su vez, añade José Pascual, tiene el reto de pasar a la tercera generación conocida como UMTS, “lo que necesita muchas inversiones en un momento difícil”, según reconoce el consejero de la Comisión Nacional del Mercado de las Telecomunicaciones.