La tecnología UMTS europea arrasa
La comunicación de tercera generación basada en el satélite va a reducir la brecha digital existente y a cuestionar el predominio TI de potencias como EEUU y Japón.
Los más de dos millones de euros que la Unión Europea ha invertido en UMTS van a abrir los ojos de muchos. Su apuesta en el despliegue de la tecnología 3G vía terrestre y satélite, no sólo impulsará de manera incuestionable la trayectoria de Internet multimedia, sino que delimitará el nuevo alcance al que llegarán los servicios de telecomunicaciones europeos frente a la abrasiva competencia de potencias hasta ahora imbatibles. Sí, sus nombres responden a los que todos tenemos en mente: EEUU y Japón o la vanguardia TI.
Si las innovaciones tecnológicas realizadas bajo directrices europeas disfrutan actualmente de dulces y felices momentos, recuérdese la plataforma megainformática que recientemente ha salido a la luz, no hay que olvidar el impacto que esta tecnología UMTS podría observar en la reducción de la brecha digital, tan inminente en los países en vías de desarrollo, o en simplemente zonas desfavorecidas de tantas localidades.
Es más, los expertos en el ámbito de las comunicaciones de tercera generación aseguran que con este avance “el acceso a la Sociedad de la Información sería igualitario para toda la población en cualquier lugar del mundo”.
Nuestra más sincera enhorabuena al satélite, por tanto, que hará posible la realización de las más diversas funcionalidades vinculadas a la banda ancha. De hecho, el soporte de esta tecnología vía móvil facilitará un nuevo orden de posibilidades en el que la videoconferencia, descargas, juegos y mensajes, entre un amplio abanico de soluciones, se encontrarán al alcance de una demanda “in crescendo” gracias a sus económicos costes. Y, por supuesto, a sus enormes ventajas.