La tecnología LTE no es una revolución, es más una evolución
La consultora Ovum no ve claro que la adopción de LTE abra nuevas líneas de ingreso a las empresas, aunque sí ve que aportará mejoras en los servicios ofrecidos.
La intervención de Emeka Obiodu, analista de Ovum, empieza con una pregunta. “¿Quién de los presentes tiene un móvil con 4G?”. Inmediatamente recula. “Bueno, mejor que no respondáis, no hay 4G aquí”, sentencia.
Efectivamente, el lugar que reunía a decenas de periodistas venidos de todo el mundo, expertos en tecnología e importantes empresas TIC se ha celebrado en Faro, al sur de Portugal.
NetEvents organiza dos importantes eventos al año, y a pesar de que el 4G o LTE ha sido en la última edición celebrada uno de los temas estrella, el lugar elegido no disponía de la tecnología. Pero el caso de Portugal no es una excepción.
Según los datos que maneja la consultora Ovum, habrá 937 millones de conexiones LTE a nivel global para el año 2017. Por regiones , Estados Unidos aglutinará 323 millones, o un 34% del total y un crecimiento interanual del 181%.
En el caso de Europa, habrá en cinco años 159 millones de conexiones LTE, un 17% del total al que se llegará paulatinamente con un crecimiento interanual del 206%. Por último, la región Asia-Pacífico aglutinará un 40% del total de redes (376 millones de conexiones LTE) y un crecimiento interanual del 177%.
La industria espera que la adopción de la tecnología traiga consigo bondades como la reducción de costes, la capacidad de soportar nuevos servicios y de generar nuevas líneas de ingreso. Pero Obiodu explica que su consultora no ve ninguna “evidencia convincente” de que los servicios con LTE generen nuevos ingresos. La tecnología sólo “mejorará los servicios actuales”, sentencia.
En definitiva, LTE es más que una revolución una evolución.
Esto no significa por el contrario, que su adopción sea una inversión inútil. La evolución a la que el analista hace referencia se traduce en una mayor velocidad en la transferencia de datos, reducción de latencia, la posibilidad de añadir más conexiones a la red, una mejora en la experiencia de usuarios y un menor coste por bit.