La SOPA se queda fría
El Congreso de EE.UU ha decidido congelar la aprobación de su acta contra la piratería temporalmente por la falta de consenso y la Casa Blanca ha emitido un comunicado donde dice que no apoyará la legislación.
La ley SOPA (Stop Privacy Online Act) no será aprobada por el momento. El Congreso de Estados Unidos ha decidido este fin de semana paralizar la votación de la normativa por la falta de consenso.
La ley será archivada temporalmente y no se llevará a cabo una votación hasta que se alcancen criterios unificados con el Senado. Así, el 24 de enero no habrá debate en la cámara, como estaba previsto.
La legislación propone entre otras cosas, el bloqueo a los sitios que infrinjan los derechos de autor. En horas previas a la congelación del acta, Lamar Smith, el impulsor de la norma y uno de sus mayores defensores, había reculado y señalado que este aspecto de la propuesta inicial iba a ser retirado del paquete de medidas. Sin embargo, se conservaría la prohibición de los motores de búsqueda para enlazar a webs ‘infractoras’ y la penalización a aquellas empresas que llevaran a cabo tratos comerciales con ellas.
A nivel corporativo y de lobbies, los máximos defensores de la SOPA están siendo los grandes estudios hollywoodienses y casas discográficas, dos industrias con mucho peso y poder en Estados Unidos. La medida, sin embargo, no ha sido vista con buenos ojos por la mayoría de grandes players de Internet, como eBay, Yahoo!, Google, Facebook o Twitter. Incluso muchos de estos gigantes habían amenazado con “un apagón” de sus servicios para el próximo días 23 si la aprobación continuaba adelante.
Ni siquiera la Casa Blanca tendría buena opinión del acta. La administración Obama ha redactado este fin de semana un post señalando que se debe luchar contra la piratería, pero sin “amenazar un Internet abierto e innovador”. El escrito, firmado por tres expertos en materias de ciberseguridad, propiedad intelectual y tecnología gubernamental, se asegura que la Casa Blanca no secundará una ““legislación que reduce la libertad de expresión, aumenta los riesgos para la seguridad o daña un Internet dinámico, global e innovador”. La administración no se opondría a la creación de una norma antipiratería, pero considera que os términos en los que se quiere aprobar ésta no son nada correctos.
Mientras la medida se mantiene en stand-by en el país norteamericano, en España la ley Sinde sigue adelante. Marzo será el mes en el que la Comisión de Propiedad Intelectual comience a realizar su actividad ‘censora’.