La situación de Nest en Alphabet peligra por no conseguir los resultados esperados
Tras una inversión de 3.200 millones de dólares en Nest, Google esperaba un mayor rendimiento que ante los escasos resultados podría terminar con una situación delicada para la empresa.
En su momento, cuando la por entonces Google y ahora aglutinada dentro de Alphabet, se hizo con la startup Nest por 3.200 millones de dólares, en Mountain View esperaban que esta gran inversión tuviera unos buenos resultados y les permitiera contar con una baza importante en el sector IoT.
Pero lo que por entonces parecía un gran acierto ahora se está convirtiendo en todo lo contrario. Hace unos años Nest se vislumbraba como una de las empresas que iban a revolucionar la industria IoT, y su termostato inteligente salía continuamente en los medios con una visión realmente optimista de su integración con el que sería un gran ecosistema. La realidad está siendo bien distinta.
A pesar de que las ventas de Nest han llegado a los 340 millones de dólares el año pasado, y aunque dicha cifra cumple los mínimos de 300 millones de dólares de ventas anuales, sin duda se queda atrás de lo que esperaban que iban a conseguir. De hecho, gran parte de estas ventas proceden de Dropcam, la startup que Nest compró por 555 millones tan sólo 6 meses después de la adquisición por parte de Google.
Alphabet ha confiado en la labor de Tony Fadell para liderar su apuesta IoT, y parece que no les ha salido bien. De hecho en el acuerdo de compra se fijaron una serie de condiciones para asegurarlo, como unas ventas mínimas anuales de 300 millones, un presupuesto anual de 500 millones y un periodo mínimo para que los ejecutivos no puedan vender sus acciones. Todo esto termina en este 2016, y los resultados no dejan claro si renovarán.
Los continuos retrasos de Tony Fadell han llevado incluso a que Alphabet, decida ir por su cuenta para desarrollar su propio altavoz inteligente para competir con Amazon Echo, independientemente de Nest. Incluso Greg Duffy, fundador de Dropcam, asegura que la venta a Nest fue un error. Ahora queda por ver cuál será el destino de Nest si finalmente las cosas no cambian en este 2016.