La seguridad en el ojo del huracán

Es curioso constatar cómo va evolucionando el mundo de los ordenadores

año tras año. Cada componente tiene su momento álgido y, a todas luces,

nos encontramos en el cénit de los productos de seguridad. En un periodo

de dos años hemos visto cómo la industria ha pasado de tener un catálogo

de productos limitado a la proliferación de sistemas de protección

hechos a la medida de cada necesidad.

El catalizador de estos

hechos es la masiva extensión de problemas a través de Internet. Cuando

la conexión a la Red era más precaria, los modos de infección estaban

restringidos a disquetes y CDs. Sin embargo, el modo en el que los

sistemas se conectan entre sí y las capacidades para la destrucción

inherentes a la comunicación por Internet, han abierto la caja de

Pandora en los últimos tiempos.

Cada día surgen formas de

poner en vilo la seguridad de nuestro sistema y no sólo la actualización

de las bases de datos de virus. Mientras el sector ha pasado por sus

horas más bajas en los últimos tiempos, las empresas de seguridad han

seguido creciendo, y se ha convertido en un nicho seguro, al menos

mientras la amenaza esté a un milímetro de cable de nuestra máquina.