La regulación en internet, a debate
La primera mesa redonda de la quinta edición del Congreso de Regulación Publicitaria Digital que ha celebrado IAB Spain hoy en Madrid, ha sido un ejercicio de reflexión.
A pesar de su novedad, el debate sobre la regulación de los derechos de los usuarios en internet es un tema ya manido. No obstante sigue sin haber un consenso sobre dónde empiezan y acaban los derechos de los usuarios y sobre la forma en la que puede aplicarse una ley en un entorno tan volátil y cambiante como la red. Hay preguntas que siguen sin encontrar su respuesta. ¿Regular o no internet? Para aquellos que sugieren una regulación, ¿debe ser moderada o más férrea?, ¿qué priorizar? ¿Hay que incluir en la ley valores ambiguos como la confianza? ¿Cómo establecer los delitos por un uso indebido?
Ya hay algunos ejemplos que empiezan a dar respuestas y a arrojar algo de luz en esta bruma digital. Es el caso del canon por copia privada, la Ley de Propiedad Intelectual (popularmente conocida como Ley Sinde) o la más reciente normativa de las cookies. La más importante está en los fogones y trata sobre la neutralidad de red que podrá cambiar la forma en que se entiende internet hasta ahora.
La primera mesa redonda de la quinta edición del Congreso de Regulación Publicitaria Digital que ha celebrado IAB Spain hoy en Madrid, ha sido un ejercicio de reflexión. El panel, que ha tratado de Privacidad y Entorno Digital, ha tomado como ejemplo la regulación de cookies para empezar a lanzar al aire las primeras conclusiones sobre la regulación en internet.
Luis Iván Cuende, jovencísimo emprendedor y asesor en la Comisión Europea, es contundente. La regulación de la red es un error y va contra la naturaleza del internet libre. Considera que existen mecanismos que permiten un control sin que una regulación sea necesaria. Importa la autorregulación de los usuarios, que son quienes deciden qué publicar y qué no.
La representante de Google en el panel, Bárbara Navarro, directora de políticas públicas de Google España y Portugal, también cree en un internet libre, aunque desde un punto de vista de negocio. “El debate de regulación se aleja de la situación de bienestar a la que hemos llegado”, ha dicho. Cree que la discusión actual es radical y aboga por una regulación moderada, que consiga el equilibrio entre los derechos del usuario y los beneficios de la empresa que como Google, se lucra de la navegación. Navarro reclama una “visión de 360º del impacto que pueden tener algunas normativas”.
Durante el debate se ha puesto nombre a este equilibrio. Algunos lo han llamado derecho de control del usuario, confianza, transparencia.
Volviendo a la normativa de cookies. La consecuencia más inmediata de su aplicación es perfectamente visible en las webs. Un breve mensaje, claro y directo, que informa al usuario de la existencia de cookies que rastrearán su actividad. Éste tiene opción de aceptar o no. ¿Es esta la solución a los problemas sobre privacidad que plantea la red? Es un paso, pero incompleto, coinciden los ponentes.
Por un lado, defiende Navarro, la repetición del mensaje cada vez que se accede a un sitio web afecta a la experiencia de navegación y esto impacta negativamente en algunos modelos de negocio. Por otro lado, apunta Cuende, hay más herramientas que permiten monitorizar la actividad de usuarios que se usan mucho antes de las cookies. Una vez más, la ley va por detrás de la tecnología.
“Cuando la regulación se pega a una tecnología, se estrella”, ha admitido Jesús Rubí, adjunto al director de la Agencia Española de Protección de Datos.
La búsqueda de soluciones prácticas a los dilemas es la parte más compleja, siempre.
La normativa de cookies nos deja aciertos y errores. El acierto es el modus operandi: hay que informar al usuario sobre el uso que se hace de la información que su actividad genera. Hay que permitirle aceptar la monitorización y también rechazarla. Y todo debe de plasmarse de forma breve, simple y transparente, sin que afecte a la experiencia de navegación.