La regla “3-2-1-1-0” o la última línea de defensa contra el ransomware
Las compañías deberían proteger las copias de sus datos, ya que un 88 % de los ataques de ransomware afecta a los repositorios de backup.
El ransomware se ha convertido en uno de los mayores quebraderos de cabeza para empresas de todos los rincones del planeta.
Este malware está preparado para secuestrar equipos, cifrar datos y pedir un rescate a cambio de su liberación. También puede ampliar su estrategia de extorsión y solicitar dinero ante la amenaza de hacer pública información confidencial.
El 88 % de los ataques de ransomware contra empresas ha intentado durante el último año afectar a los repositorios de backup. De ellos, 3 de cada 4 tuvieron éxito.
Casi un tercio de los ataques afectaron de forma proactiva a los repositorios.
Así se desprende del Informe de Tendencias de Ransomware Veeam 2022, que cifra en 50 000 millones de dólares el impacto anual del ransomware.
Las víctimas muestran más su tendencia a pagar cuando la recuperación de las copias de seguridad no es viable. Pero, incluso así, un 24 % de las compañías que cedieron al chantaje no pudo obtener sus datos de vuelta.
Veeam Software considera esencial mantener el software actualizado, ya que los atacantes intentarán destruir los repositorios para desactivar la capacidad de recuperación.
Según un 44 % de las empresas consultadas, los errores humanos causados por clics accidentales en enlaces, las visitas a páginas web inseguras y los correos de phishing siguen siendo la puerta de entrada más común.
La gran parte de los ciberdelincuentes (80 %) va a por sistemas con vulnerabilidades conocidas, incluyendo sistemas operativos, hipervisores, plataformas NAS y servidores de bases de datos.
“Toda la organización debe estar preparada para garantizar el Business Continuity, por lo que, tanto los equipos de TI como los de seguridad deben estar alineados en una aproximación global hacia el Modern Data Protection, ofreciendo respaldo, capacidad de recuperación y seguridad en todo el ecosistema”, comenta Santiago Campuzano, Country Manager de Veeam Iberia.
De este modo, el número de víctimas “podría reducirse de forma radical”.
Una correcta estrategia de recuperación pasa por la selección previa de los repositorios de backup.
Actualmente, el 58 % de las compañías dispone de almacenamiento en la nube a hiperescala (tipo Amazon o Azure) y un 40 % cuenta con almacenamiento de objetos locales. Solamente un 5 % no ha implementada todavía una protección air-gap o de inmutabilidad.
Para Víctor Pérez de Mingo, Senior Systems Engineer en Veeam Iberia, “el backup es la última línea de defensa cuando se trata de ataques de ransomware”.
Lo más inteligente sería seguir la regla 3-2-1-1-0: “siempre debe haber al menos tres copias de los datos importantes, en al menos dos tipos de soportes diferentes, con al menos una fuera de las instalaciones y otra sin conexión, con cero copias de seguridad sin verificar o con errores”.
“Es esa copia inmutable y sin errores la que marca la diferencia”, finaliza Víctor Pérez.